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EL GRAN CLÁSICO DEL FÚTBOL ESPAÑOL

"Estoy en la piel de un asesino"

Figo dice que "sufrirá" en su regreso a Barcelona vistiendo la camiseta del Madrid

Diego Torres

Luis Figo, sonriente, dijo ayer que esas quince cámaras de televisión, esa nube de periodistas y periódicos que suben la temperatura del próximo choque entre Barcelona y Madrid son, llanamante, un "follón" del que él ocupa el centro. Parecía sereno el extremo portugués ante la inminencia del tumulto que se le avecina: tres meses después de cambiarse de camiseta vuelve al estadio que le elevó a la condición de ídolo. Regresa como abanderado del enemigo y eso lo hará experimentar sentimientos poderosamente encontrados: "Para el público será un espectáculo bonito; quien sufrirá soy yo, porque es como estar en la piel de un asesino".El riesgo de esquizofrenia es evidente, pero Figo lo rechaza con ironía: "No necesito un psicólogo para volver al Camp Nou. No tengo psicólogo ni he recurrido a ninguna ayuda. A lo mejor sí que estuve triste y debí pedir algún tipo de ayuda, pero no lo sé. Sólo sé que esto es fútbol y después de 90 minutos todo habrá terminado".

Tal vez Figo padeció con tristeza sus primeros días en el Madrid. Pero su carácter voraz, un punto implacable, le ha permitido olvidar pronto. Al principio, su presencia extraña fue recibida con incredulidad. Pero, poco a poco, Chamartín ha caído encantado por el carisma de un jugador valiente y hábil que lo impregna todo con arremetidas por la banda y un baño de centros que han terminado en goleadas. Figo se ha convertido en un futbolista determinante para el Madrid y así regresa a Barcelona.

En Madrid, Figo escucha alabanzas. Pero se trata de un hombre acorazado. ¿Ya se considera madridista?, le preguntaron ayer. "Me considero portugués", respondió, demostrando que está hecho de una madera especial. Pocos le conocen más en el Madrid que el director general, Jorge Valdano, para confirmarlo: "Figo es refractario a las demostraciones. Sea porque todo el mundo se entrega apasionado, o porque le demuestran rechazo. Hacía años que un jugador no era despedido en el Bernabéu como Figo después del partido contra el Bayer, el martes pasado. Pero su respuesta fue la de un tipo que no pierde el equilibrio. Yo no recordaba una ovación así desde que salió Juanito, en aquel partido en el que le metimos cuatro goles al Borussia. Lo sustituían pero a diferencia de Figo, Juanito se fue al banquillo dando saltos, festejando como si hubiera metido un gol".

Matrícula de Barcelona

El fichaje de Figo por el Madrid desató una ola de ira que amenaza con estallar. El temor a posibles represalias por parte de seguidores fanáticos del Barcelona ha llevado al Madrid a tomar medidas de seguridad especiales. La más notable es el aparcamiento del autobús oficial del equipo, un modelo moderno y vistoso que ha servido para cubrir los traslados locales de la plantilla, desde los movimientos en Madrid hasta los viajes por la ciudad de Múnich en los amistosos de verano. Se prescindirá de sus servicios en Barcelona. "Ese autobús lleva el escudo del Madrid y no queremos ser un blanco fácil", bromeaba una fuente del club. La solución: contratar un autobús anónimo con matrícula de Barcelona para llevar al equipo del aeropuerto al hotel, el viernes, y del hotel al campo, el sábado. Escoltado por la policía, el vehículo entrará hasta la boca de vestuarios del Camp Nou. A parte de éstas, no se prevén otras medidas de seguridad específicas que no sean las propias de un partido de alto riesgo. "Que el Madrid no se olvide que no va a Belgrado ni a Jesrusalén", bromeó ayer el portavoz de la Delegación del Gobierno en Cataluña, Eladio Jareño.En relación al odio despertado en los aficionados culés que se sienten despechados y a su posible reacción violenta, Figo se preguntó por las consecuencias extradeportivas de su viaje. "Se especula demasiado en torno a mi persona y nadie me conoce", explicó. "Hay muchos intereses alrededor de todo esto y se hacen campañas y encuestas que no tienen nada que ver con lo futbolístico. Si pasa algo al margen de lo deportivo: ¿quién se va a hacer responsable?".

Figo no sabe cómo va a reaccionar si marca un gol el sábado. El jugador confesó que, en realidad, no piensa mucho en lo que ocurrirá cuando se vea de blanco frente a sus amigos azulgrana. "Si celebraré o no los goles dependerá del estado en que me encuentre. Eso no depende de estar en el Madrid. No puedo responder a eso ahora. Pero será una sensación parecida a la que sentí cuando me enfrenté al Sporting de Lisboa, hace un mes: ahí también había viejos compañeros míos pero yo soy un profesional y debo hacer lo mejor para el equipo que me paga".

¿Está picado Figo ante semejante duelo? Escucha y sonríe. "Si fuera una máquina podría programar todo y responder. Pero no lo sé. Sólo sé que al Barcelona hay que presionarle la salida del balón para que sus delanteros no reciban con comodidad. Así les costará mucho desarrollar su fútbol".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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