¡Oh Madre mía, María Santísima!, sé siempre mi modelo, mi sostén y mi guía “En aquellos días se puso María en camino y con presteza fue a la montaña, a una ciudad de Judá”, así leemos en el Evangelio de hoy (Lc. 1, 39-47). Con la fina delicadeza de su caridad, María siente profundamente las necesidades ajenas, de modo que, apenas las advierte, acude con presteza, espontánea y decidida a prestar su ayuda. Ha sabido por el Ángel Gabriel que su prima Isabel está próxima a ser madre, y sin…